Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi señor y salvador. Perdona mis pecados y dame la vida eterna Toma el control del trono de mi vida y haz de mi la persona que tú quieres que yo sea, Amén.
Cuando recibimos a Jesús experimentamos un nuevo nacimiento.
"DE CIERTO, TE DIGO, QUE EL QUE NO NACIERE DE NUEVO NO PUEDE VER EL REINO DE DIOS" - Juan 3:3
"MAS A TODOS LOS QUE RECIBIERON, A LOS QUE CREEN EN SU NOMBRE, LES DIO POTESTAD DE SER HECHOS HIJOS DE DIOS" - Juan 1:12.
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