El papel de un padre es el de guardar, gobernar y guiar a su familia. Dios quiere volver el corazón de los hijos a los padres y el de los padres a los hijos. En Lucas 15:11-24 vemos la historia del Hijo Pródigo. En ella podemos ver cuál fue el corazón del padre hacia su hijo. Vamos a estudiar tres características del corazón de un buen padre:
1. Un buen padre debe creer en su hijo. En esta historia el padre no sabía que su hijo iba a malgastar el dinero de su herencia. Muchas veces los hijos pasan por estaciones de confusión en la vida, es ahí cuando ellos más necesitan de alguien que les comprenda. Necesitamos aprender a tener fe en ellos y sembrar fe, ánimo y una autoestima alta en sus vidas. No importa lo que nuestros hijos hagan, ellos seguirán siendo nuestros hijos. Lo que muchas veces nuestros hijos necesitan para cambiar sus caminos es que nosotros creamos en ellos. Cuando ellos cometen errores muchas veces pensamos que tenemos que castigarles y hacerles sentir condenados por lo que han hecho, pero lo que debemos hacer es mostrarles sus errores y al mismo tiempo animarles a seguir adelante. Nuestra fe en ellos y la bondad que mostremos son las cosas que pueden sembrar fuerza y determinación en sus vidas, lo que les ayudará a tomar las decisiones correctas. Debemos tratar a nuestros hijos como nuestro Padre Celestial nos trata a nosotros.
2. Los padres deben mostrar compasión hacia sus hijos. Muchas veces nuestros hijos no van a hacer todo lo que queremos que ellos hagan, van a cometer errores. Sin embargo debemos ser compasivo. Después de la corrección siempre tenemos que restaurar sus corazones. Salmos 103:13-14 nos dice que Dios es compasivo con nosotros porque sabe que no somos perfectos. Nuestros hijos necesitan nuestro amor en todo tiempo. A veces pensamos que después de cierto error o pecado nuestros hijos no merecen nuestro amor, pero debemos recordar que nosotros tampoco merecemos el amor de Dios, y a pesar de eso Él ha derramado su amor sobre nuestras vidas. En Lucas 15 vemos cómo el padre fue compasivo hacia su hijo.
3. Los padres necesitan expresar gozo por sus hijos. Debemos alabar y engrandecer sus logros y éxitos. Tenemos que hacer que nuestros hijos se sientan importantes y especiales. Tenemos que mostrar nuestro lado suave y cariñoso frecuentemente y no sólo un lado duro y severo. Los hijos tienen que sentirse valorados, debemos mostrarles que estamos orgullosos de ellos y hacerles ver que nos llenan de gozo. Cuando hacemos esto, vamos a sacar lo mejor que hay dentro de ellos. Mateo 9:7-11 dice que nuestro Padre Celestial es un Padre dadivoso. Si nosotros siendo malos damos buenas dádivas a nuestros hijos, cuanto más Dios. Si usted está corriendo lejos del Padre, Él está esperando con brazos abiertos en medio del camino por usted. 1 Juan 3:1
Por: Pastor David Ingman
No hay comentarios:
Publicar un comentario