En Habacuc 2.2 la Palabra nos dice que debemos conocer cuál es la visión que debemos tener para nuestras vidas. Como iglesia creemos que es importante que cada persona conozca nuestra visión. La visión de ésta iglesia es simple: adoración, oración, la enseñanza de la Palabra, comunión y evangelismo. En éste día nos enfocaremos en el evangelismo. ¿Qué es el evangelismo? Es compartir las buenas nuevas de la salvación y la vida eterna con aquellos que no la tienen.
En nuestra iglesia nos reunimos en dos lugares: en el templo y en las casas; es por esto que somos una iglesia celular. Hechos 2.41-47. La razón por la que la iglesia del nuevo testamento crecía es por que existían estos dos tipos de reuniones, donde la gente podía ser alimentada por la Palabra y a la vez podía ser animada por la comunión con los hermanos. Este es nuestro modelo.
La visión de ésta iglesia es llenar los cielos y vaciar el infierno. De gracia recibimos, debemos dar de gracia. Necesitamos estar agradecidos por nuestra salvación y esto debe hacer que también queramos compartirla con cada persona que encontramos día a día.
Dios quiere que Comunidad de Fe crezca y sea grande, no para la gloria de la iglesia sino para la gloria del nombre de Jesús. Génesis 12:1-3. Cada persona en esta iglesia tiene un propósito mucho más grande que el de simplemente sentarse en un asiento domingo a domingo a escuchar la Palabra. Dios quiere que nos multipliquemos y que mucha más gente conozca de Él. Dios tiene un galardón grande para aquellos que han sacrificado su tiempo y su esfuerzo para cumplir con la Gran Comisión. La iglesia de Jesús tiene una causa y esta es la salvación de la humanidad. Es necesario preguntarnos si nuestro cristianismo es un estilo de vida o simplemente un pasatiempo. Hay gente que tiene la costumbre de salir el domingo de la iglesia y vivir una vida muy diferente a la que aparentan dentro de ella, viven pendientes de cómo cumplir solamente sus sueños y se olvidan por completo de vivir para cumplir los sueños y propósitos de Dios. Mateo 22 nos habla de dos mandamientos: el amar a Dios y amar a la gente. Si no cumplimos esos dos mandamientos, entonces ¿para qué decir que somos cristianos? La Palabra dice que en Él vivimos y nos movemos y somos. Este debe ser el propósito de nuestras vidas y de nuestra iglesia. Hechos 17:28
¿Por qué es tan difícil encontrar gente comprometida para caminar en esta visión? Después de resucitar y presentarse nuevamente a sus discípulos, Jesús se encontró con su incredulidad y dureza de corazón, a pesar de haber sido ellos los testigos de muchos milagros que Él hizo. Marcos 16:14-20. Nuestro enemigo más grande al momento de servir al Señor es la incredulidad y la dureza de corazón. Esto es lo que provoca que amemos las cosas del mundo y nos olvidemos de nuestro propósito divino. Este es un tiempo donde la atracción por las cosas del mundo y las cosas materiales es muy fuerte. Pero la Biblia nos dice que no debemos amar al mundo. Si buscamos el Reino de Dios y su justicia podemos estar seguros que todas las cosas que necesitamos nos serán añadidas. Juntos podemos vencer, juntos podemos ganar esta nación para Cristo Jesús. Efesios 4.1-16
Por: Pastor David Ingman
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