Siempre que Dios obra en un lugar, el enemigo querrá destruir y dañar lo que Dios está haciendo. Una de sus estrategias preferidas es la ofensa. Mateo 24.10-13 nos advierte que en los últimos días muchos tomarán ofensa y se traicionarán y odiarán unos a otros. La ofensa es un arma que Satanás usa para dividir familias, amistades, iglesias y matrimonios.
La ofensa es una trampa que Satanás usa. A veces pensamos que tan solo es una emoción, un simple malentendido o un resentimiento. Pero en realidad es una trampa que puede destruir todo lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas. La definición bíblica de ofensa es: sentirse herido física o emocionalmente por alguien más.
Las 4 preguntas.
1. Cuando nos ofenden, ¿queremos siempre contar nuestro lado de la historia? Es imposible que las ofensas no vengan a nuestras vidas.
2. ¿Lucha con pensamientos de sospecha y desconfianza constantemente? Este es un lazo del enemigo, no es algo normal.
3. ¿Constantemente recuerda o está masticando heridas del pasado? Mateo 18:23-35
4. ¿Ha perdido la esperanza por alguna cosa que alguien le hizo? Proverbios 13:12. La ofensa puede paralizar todas las cosas buenas en nuestra vida.
Si contestamos “sí” a al menos una de estas preguntas, entonces tenemos problemas con la ofensa.
Mateo 24:10-13 nos dice que muchos lucharán con la ofensa, se aborrecerán unos a otros y esto abrirá puertas al odio. Si no tratamos con la ofensa, esta crecerá hasta convertirse en odio. Falsos profetas se levantarán, el enemigo aprovechará estas circunstancias para tratar de causar el mayor daño posible a la iglesia. En estos días mucha gente va de iglesia en iglesia a causa de la ofensa. ¿No entendemos que el enemigo usa este engaño para que no echemos raíces fuertes y profundas de tal forma que nunca crezcamos y nos quedemos espiritualmente débiles y sin fruto? La Biblia dice que la maldad se multiplicará y el amor de muchos se enfriará. Esto sucede porque la ofensa no nos permite ver nuestros propios errores y provoca cada vez más enemistades y conflictos.
El versículo 13 sin embargo nos trae ánimo: “El que persevere hasta el fin será salvo” o en otras palabras, “el que venciere la ofensa experimentará los beneficios de Su salvación” Mucha gente no entiende que Dios quiere que disfrutemos los beneficios de nuestra salvación en esta vida. La ofensa es como un cáncer que destruye nuestra alma y nuestro cuerpo. En algunos casos una ofensa nos puede llevar a traicionar a las personas más cercanas a nosotros. 1 Juan 3.15. Hay gente que siempre esta aprendiendo las “últimas” revelaciones pero nunca llega al conocimiento de la verdad, el problema está en el corazón a causa de la ofensa que no les permite poner en práctica la verdad. 1 Corintios 8.1, 2 Timoteo 3.1-7.
Por: Pastor David Ingman
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