jueves, 19 de enero de 2012

DÍA 8

Avivamiento en su Familia
Josué 24:15
Nuestras familias necesitan un avivamiento en este tiempo más que nunca. Una familia que tiene el fuego de Dios puede soportar de mejor forma las tentaciones y presiones de la sociedad. Jonadab fue un poderoso ejemplo de un hombre y un padre piadoso en medio de una cultura impía. Este hombre encendió el fuego del avivamiento en su propia familia. Él vivió la palabra de Josué 24:15
Podemos ver algunos principios importantes en la vida de Jonadab (Jeremías 35) que podemos poner en practica en nuestras propias familias el día de hoy.
Jonadab tenía un celo por la santidad. Una gran indignación se levantó en Jonadab al ver que su familia era arrastrada en la corriente de pensamiento del mundo. Él decidió echar abajo todo pensamiento que se levantaba en contra del conocimiento de Dios. Jonadab pudo ver como los rituales y creencias de las religiones paganas se infiltraron en su hogar pero decidió poner fin a tales prácticas.
Él Sabía que la única forma de perpetuar su fe dentro de sus generaciones era proteger y defender su familia de las influencias del enemigo. Jonadab declaró la guerra a su enemigo espiritual. Usted y yo necesitamos una pasión para las cosas de Dios. Necesitamos caminar, hablar y vivir la santidad. Una vez que el enemigo se ha infiltrado en la mente de nuestros hijos, él puede llevar cautivo todo su cuerpo. No podemos dejar que eso suceda.
Jonadab ordenó su vida familiar alrededor de la Palabra. Jonadab puso reglas en su casa que fueron determinadas por límites acordes a la Palabra de Dios.
De acuerdo a Lucas 6.40 “… todo aquel que fuere perfeccionado, será como su maestro”. Empiece a entrenar a sus hijos y nietos en los principios bíblicos. Cuando les instruya por los caminos en que deben andar, usted estará extendiendo su influencia personal a sus generaciones por venir.
Jonadab estableció estándares para su familia que no fueron rotos. Estos principios no fueron comprometidos. Solo porque otros padres permiten ir a sus hijos a lugares inapropiados no quiere decir que usted lo tiene que hacer. No comprometa sus decisiones.
¿Que de su familia? ¿Le preocupa más agradar al resto que mantenerse firme en los principios de Dios? ¿Malgasta su tiempo y dinero en hacer que sus hijos “encajen” en esta sociedad? Considere el precio eterno de inculcar estos valores en sus hijos.
PUNTO DE ACCIÓN
Establezca reglas en su hogar y sea fiel a ellas. Cuando sus hijos conocen los límites y los principios de Dios, su familia será confortada y llena de poder.
Para más estudio: Jeremías 35

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